Vodka 

Los destilados de cereales pertenecen a la tradición de todo el cinturón del norte de Europa, donde no es posible cultivar uvas. Y el vodka no es una excepción: es un destilado de cereales sin crianza, que en los últimos tiempos ha visto un retorno a la materia prima original, la patata, y una mayor declinación con productos derivados del vino y frutas. La primera destilería nació en 1534 en Polonia, pero para llegar a una codificación de las reglas de producción encaminadas a obtener un producto de calidad, tendremos que esperar a finales del siglo XVIII cuando Mendeleev, un físico matemático de San Petersburgo, según una acreditada tradición popular, redactó materias primas y pasos para lograr un estándar de producción constante. Paradójicamente fue James Bond, agente 007, enemigo acérrimo de los espías rusos, quien desaduanó en Europa, muchos años después, el vodka como bebida alcohólica, tanto puro como mezclado, cargándolo de significados sociales muy distintos a los originales. Todo comenzó en 1953, cuando Ian Fleming escribió "Casino Royale", creando el fenómeno Vesper Martini, un Martini Cocktail muy seco, en el que se reemplazaba parte de la ginebra por vodka. En los últimos 10 años, el mercado del vodka ha vivido una auténtica revolución, pasando de un producto apto sólo para mezclar a un artículo de lujo con un sabor suave, para beber solo, en elegantes vasos. Hoy el mercado es una sucesión de versiones muy particulares, con envases creativos, en virtud de múltiples destilaciones y filtraciones en materiales particularmente nobles como el polvo de oro o los diamantes.