Delamotte

Historia antigua, la de Delamotte, profundamente arraigada en la espléndida región de Champagne, de la que hoy es uno de los representantes más antiguos. De hecho, la maison fue fundada en 1760 por François Delamotte en Reims. Posteriormente, Alexandre, hijo de François, compró a su vez una casa y sótanos en Mesnil-sur-Oger, donde todavía se encuentran las oficinas. La cruz de ocho puntas fue adoptada como marca registrada gracias a la influencia de su hijo Nicolas Louis, ex-Caballero de la Orden de Malta, cuando esta última se disolvió tras la conquista de la isla por parte de Napoleón. En 1927, la propiedad fue comprada por Marie-Louise de Nonancourt y hasta 1988 fue su hijo Charles quien dirigió la Maison con una filosofía de trabajo muy precisa, centrada en particular en dos reglas de oro: calidad constante gracias a producciones muy limitadas y nunca tener menos de tres colecciones que envejecen en bodega (vin de reserve). En 1988, la maison fue adquirida por el grupo Laurent-Perrier, junto con la propiedad que, a partir de ahora, verá su destino estrechamente ligado al de Delamotte, la Maison of Champagne Salon. Bajo la dirección del mismo hombre, Didier Depond, las dos propiedades siguen caminos paralelos. Delamotte ha sido históricamente especialista en Chardonnay, encontrándose en un terroir ideal como es la Côte de Blancs y más precisamente se encuentra, desde hace más de doscientos años, en Mesnil-sur-Oger, parte de una denominación que es la buque insignia de todo el champán. Aquí un suelo esencialmente calcáreo, llamado "Champagne crayeuse", es capaz de dar a la noble vid blanca una gran finura aromática y estructura. Hay que saber que Delamotte suele utilizar uvas Salon, ya que la primera, por elección, sólo elabora vino en añadas verdaderamente excelentes (37 de las últimas 100).
Los vinos Delamotte, aireados, complejos, incisivos, siempre eligen permanecer fieles al territorio de origen y expresar toda la pureza de los Grand Crus con discreción y elegancia.