Larmandier Bernier

Pierre Larmandier dejó París en 1988 para regresar a su ciudad natal, Vertus en el Vallé de la Marne, y continuar con el negocio familiar del vino, con la ayuda de su madre Elisabeth Bernier y su esposa Sophie. Larmandier Bernier es una maison que ha abrazado la filosofía de la agricultura biodinámica y, por lo tanto, ha hecho del enfoque natural y sostenible en el viñedo y en la bodega el punto fuerte y el requisito previo fundamental para la producción de champagnes de alto nivel, expresivos y territoriales. Los viñedos de Larmandier Bernier ascienden hoy a 16 hectáreas, en su mayoría cultivados con Chardonnay y dispersos, al igual que Vertus, en los Grand Crus de Cramant, Choully, Avize y Orger. La edad media de las plantas supera los 40 años y esto es un valor añadido muy importante; además, el trabajo de Pierre tiene como objetivo limitar los rendimientos por hectárea y permitir que las raíces penetren profundamente en el suelo. Desde 2004, siguiendo los principios de la agricultura biodinámica, Larmandier ya no utiliza productos químicos sintéticos ni en el viñedo ni en la bodega. Pierre cree firmemente en el equilibrio de la naturaleza, en las defensas naturales de las plantas y los preparados naturales que utiliza siguen precisamente estos principios, así como una armonización natural entre la tierra, el hombre y el cosmos. Los champanes de Larmandier Bernier tienen un estilo basado en la territorialidad y la pureza, gracias a las dosis nulas (después del degüelle) o en todo caso muy bajas de azúcar y la elección de dejar expresar las características más típicas de las uvas de su territorio, como por ejemplo la fuerte mineralidad. Son vinos que nacen todos de fermentaciones espontáneas, en recipientes de madera y acero, y con refermentaciones en botella que se desencadenan únicamente con la ayuda de levaduras autóctonas. Pierre Larmandier se expresa así para contar su forma de trabajar: “dejamos el terroir libre para que se exprese”.