Planeta

Durante cinco siglos, a través de 17 generaciones, la familia Planeta se ha comprometido a seguir los caminos de la evolución agrícola en una tierra tan compleja como Sicilia, con un enfoque siempre orientado hacia la apertura y la innovación. Durante la década de 1900 fue el abuelo Vito quien demostró cómo, más allá de la gestión estática de la propiedad de la tierra, todos debíamos avanzar hacia nuevas soluciones y nuevas perspectivas: fue el primero, en Menfi, en intentar transformar la pequeña bodega familiar en una gran bodega social que, en poco tiempo y con la presidencia de Diego, se transformó luego en patrimonio colectivo y modelo de desarrollo territorial. Simultáneamente presidente del instituto regional de la vid y el vino, Diego contribuyó como protagonista al renacimiento vitivinícola de Sicilia, transformándolo en un gran laboratorio de experimentación, con consultorías ilustradas como las de Giacomo Tachis , Carlo Corino , Giampaolo Fabris y Attilio Scienza. . Mientras tanto, la empresa ha crecido. Y en los alrededores del fuerte de Ulmo, donde se cultivan las tierras más antiguas desde hace cinco siglos, saltó la chispa para trasladar esta experiencia y nuevas ideas al proyecto de una nueva empresa: aquí, en 1985, se plantó la primera viña. Dos generaciones diferentes, hermanos y hermanas, hijos y nietos, trabajan codo con codo desde ese día, con el perfecto entendimiento que se deriva no solo de la armonía de los caracteres y la complementariedad de las habilidades, sino sobre todo de la unidad de visión: amor por esta tierra, el deseo de protegerla y la capacidad de imaginar una nueva forma de darle valor cada día. La bodega Planeta posee seis fincas diferentes en seis zonas diferentes de Sicilia. De suelos y condiciones climáticas tan diferentes sólo pueden nacer vinos totalmente diferentes, que cuentan almas diferentes de una misma región: así que Planeta puede combinar viñas típicas como Carricante o Grillo, con excelentes Chardonnay o Cabernet Sauvignon, para contar la historia. y las tradiciones de toda Sicilia, trayendo a la copa la poesía y la belleza hechizante de esta tierra que transmite a los vinos características multifacéticas e igualmente fascinantes.