Hungría 

La paradoja húngara responde al nombre de Tokaji (Aszú): de hecho es el vino húngaro más conocido (si no el único…), pero en realidad representa sólo el 4% de la producción magiar total. Hungría fue, en el siglo pasado, una potencia vitivinícola y así lo atestigua el hecho de que aún hoy se encuentra dividida en 22 regiones productoras. Sin embargo, su conflictiva historia, incluida la dominación soviética, ha impedido un desarrollo progresivo y constante de su viticultura. Hoy en día, las numerosas viñas autóctonas presentes (Hárslevelü, Kéknyelü, Muscat Lunel, Olaszrizling (Riesling Italico), Orémus, Kadarka, Kékoporto, Zweigelt, etc.) se reservan solo para la producción local e incluso los vinos producidos con los llamados "internacionales". Las uvas son poco conocidas y distribuidas. También es cierto que con el fin de la Guerra Fría, las bodegas volvieron a producir vino de calidad, introduciendo nuevas y modernas tecnologías enológicas. Sin embargo, el interés de nuevos inversores se ha centrado sobre todo en el vino de pasas Tokaji Aszú y hoy este vino está recuperando la fama y el prestigio que gozó en siglos pasados. “Aszú” es el término utilizado en Hungría para indicar “uvas marchitas afectadas por podredumbre noble”, Tokaji es la ciudad que identifica su zona de origen. Históricamente, Tokaji Aszú fue el primer vino elaborado con uvas afectadas por podredumbre noble. La uva con la que se produce Tokaji Aszú es Furmint. Tokaji Eszencia es el tipo más buscado y complejo: es una explosión de aromas y sabores, un dulzor nunca empalagoso, bien equilibrado con la acidez, con una persistencia rayana en lo increíble. Los vinos Tokaji Aszú se comercializan tradicionalmente en botellas típicas húngaras de cristal transparente con una capacidad de 500 ml.