Beringer

La historia de Beringer comenzó allá por 1868, cuando Jacob Beringer, atraído por el Nuevo Mundo, dejó su tierra natal, Alemania, para partir hacia Nueva York. Atraído por California e intuyendo, entre los primeros, su gran potencial en términos de producción de vino, compró, junto con su hermano, unas hectáreas y de hecho fundó una de las primeras bodegas en la historia enológica del Valle de Napa. A partir de este momento los Beringer se dedicaron en cuerpo y alma a la viticultura. Los estudios continuos y la investigación constante llevan a la empresa a perfeccionar cada vez más el arte de la elaboración del vino. De ahí la decisión de hacer uso de tecnologías punteras capaces de sacar el máximo partido al producto acabado. Actualmente la empresa Beringer posee más de 2000 hectáreas de viñedos, ubicados entre el Valle de Napa, Sonoma y Paso Robles, en el condado de San Luis Obispo. Dirigida por la enóloga Laurie Hook, la bodega Beringer ofrece al gran público una gama de vinos de gran interés, todos ellos fruto de una cuidada selección de uvas que, según la filosofía de Hook, deben ser de excelente calidad. Las bodegas excavadas en la roca también inciden en la calidad de las etiquetas propuestas, que mantienen una temperatura media constante en torno a los 14 grados, por lo que son perfectas para la crianza del vino. No es casualidad que el famoso vino insignia de la bodega, el Cabernet Sauvignon Private Reserve Beringer, madure justo entre estos muros. Con numerosos premios y diversos reconocimientos, la bodega Beringer, a pesar de contarse entre las bodegas medianas, produce anualmente cerca de cien millones de botellas, todas de gran calidad. Una realidad puntera en el panorama vitivinícola internacional.