Masi

La historia de Masi se remonta a 1772 con sus raíces en la tradición vitivinícola veneciana más genuina y auténtica. El lema más auténtico y representativo de la bodega es: "saver fare e far saver". De hecho, Agrícola Masi es reconocida como una de las bodegas más atentas a salvaguardar las viejas vides nativas en peligro de extinción como es el caso de Oseleta.
El nombre Masi deriva de "Vaio dei Masi", que es el nombre de un valle comprado a finales del siglo XIX por la familia Boscaini, que aún hoy es propietaria de la empresa. El gran objetivo de Masi era mejorar cada vez más la calidad de sus etiquetas y consolidarse como un referente en el mundo del vino, año tras año, con constancia. Gracias a esta prerrogativa indiscutible, hoy podemos degustar la excelente calidad de las botellas de Masi, comenzando por una amplia gama de Amarones, el verdadero símbolo de Valpolicella, una zona de la región del Véneto que ahora ha alcanzado la cima de la producción de vino italiano. El Grupo Técnico Masi tiene como objetivo la calidad a lo largo del tiempo: el uso reflexivo y específico de las barricas de madera para el envejecimiento, la revisión de las técnicas de secado y el logro de los más altos estándares innovadores y tecnológicos en la fase de vinificación, son solo algunos ejemplos. Pero Masi no solo significa Amarone: también produce excelentes vinos tintos con el uso de vides típicas como Corvina y Rondinella. Además, hoy la bodega Masi posee dos fincas en la Toscana y en Argentina en el Valle de Tupungato, con la voluntad de trasladar el saber hacer adquirido a lo largo del tiempo, mucho más allá de las fronteras nacionales. Este elemento confirma la mentalidad innovadora de la familia Boscaini, que combina hábilmente su vínculo con el territorio con una gran capacidad de actualización tecnológica: esta es la clave que nos permite hoy apreciar las grandes botellas firmadas por Masi.