Mauro Molino

En 1973 Mauro Molino se gradúa en la Escuela Enológica de Alba y comienza a cumplir su gran sueño: elaborar vinos en su tierra natal. Pero es recién en 1979, tras la muerte de su padre Giuseppe, que Mauro ve en esta ocasión, la herencia de unos viñedos, la gran oportunidad de iniciarse en la enología en su tierra natal. Se dedicó a una reestructuración inicial de los viñedos y la bodega que se construyó en Annunziata di La Morra, donde se encuentra la casa paterna. En 1982 elabora su primer Barolo, el de la Viña Conca. A partir de aquí comienza la verdadera aventura enológica, llena de grandes satisfacciones. Mauro comprenderá cada vez más la suerte de poder trabajar en una zona única en el mundo, la de Barolo. Hoy Mauro sigue siendo el espíritu vivo de esta realidad histórica: decisiones importantes aún pasan por él y a pesar de su avanzada edad. Hoy toca dejar el timón a los niños, Matteo y Martina, invirtiendo en su estancia en la empresa, el pasado de la bodega que se ha transformado en presente. Matteo ha seguido los pasos de su padre y es enólogo, pero naturalmente con un aspecto más moderno, en línea con los principios de sostenibilidad ambiental que se consideran necesarios hoy. Martina también se graduó de la misma escuela y se unió profesionalmente a la familia, ocupándose personalmente de la comunicación y las ventas. Actualmente son 14 hectáreas de propiedad, repartidas entre el viñedo Conca, primera etiqueta producida y aún hoy el lugar al que más se vincula emocionalmente la familia Molino, y luego Bricco Luciani, La Serra y Gallinotto. Cada Barolo firmado por Molino es apreciado por su rigor y elegancia, continuidad con la tradición y aptitud para envejecer en el tiempo, revelando un alma amable y brusca al mismo tiempo. Los vinos de Molino se caracterizan por unos aromas elegantes e intensos, complejos y finos, que es el que en realidad refleja el territorio muy adecuado de La Morra.