Tenuta delle Terre Nere

Estamos en la ladera norte del Etna, en la zona montañosa que se extiende entre Solicchiata y Randazzo, históricamente el área elegida por Nerello Mascalese, una vid nativa exigente y difícil, pero capaz de restaurar grandes emociones en la copa, con vinos. de rara elegancia y complejidad y con macrodiferencias en función de los distritos (subzonas o crus, como se prefiera) de origen. Aquí se encuentra la prestigiosa Tenuta delle Terre Nere propiedad de Marc De Grazia, un hombre del pasado, visionario, pionero, en definitiva, "un volcán sobre un volcán" que cuenta con veinte años de historia en la "gran muntagna".  Aquí conoce cada terraza y pendiente, una historia de pasión guiada por el instinto emprendedor común a pocos vignerons. Os queremos recordar que Marc De Grazia, ahora naturalizado Marco, americano de nacimiento, fue quien a principios de los 90 lideró a ese puñado de bodegueros rebeldes, llamados  "Barolo Boys", para explorar e invadir (comercialmente) suelo americano con el innovador (y para muchos blasfemo) Barolo envejecido en barrica. Hoy la empresa de Marc representa un patrimonio increíble, con viñedos que tienen sus raíces en el gran volcán con una edad de las vides entre 50 y 100 años, hasta el viñedo madre que tiene más de 140 años, un Cru de aproximadamente una hectárea, sobrevivió filoxera, una rareza absoluta "sin injertar". La propiedad se compone de más de 55 hectáreas divididas en 24 parcelas, en seis distritos. 2002 es el año de la primera cosecha comercializada, recordada también porque la contraetiqueta lleva una inscripción inequívoca: "la "Borgoña del Mediterráneo". Marc comprende de inmediato que aquí existen unas condiciones geográficas, climáticas y geológicas particulares, únicas e irrepetibles partiendo de las grandes alturas, con viñedos que parten de los 400 metros sobre el nivel del mar para llegar a más de 1000 (una variabilidad única en el mundo); todos caracterizados por variaciones de temperatura entre el día y la noche que en verano registran hasta 30 grados de diferencia. Elemento absolutamente beneficioso para el viñedo. A esto se suman las características únicas de los suelos volcánicos, en continuo movimiento y mutación, que se han sucedido a lo largo de los millones de años de vida del volcán. Con una gestión orgánica desde 2010, la empresa sigue una filosofía sostenible y respetuosa con el medio ambiente, lo que lleva a obtener etiquetas en las que se valora y exalta todo lo que la naturaleza ha creado. Rossi, Bianchi y Rosati, son vinos que como pocos cuentan la verdadera esencia del Etna, enfatizando todas las mejores peculiaridades del terroir volcánico y que representan una verdadera rareza.