Massolino

Giovanni Massolino fundó la empresa en Serralunga d'Alba en 1896, pero fue Giuseppe, hijo de Giovanni, quien, junto con su hermana Angela, construyó la primera bodega y amplió la propiedad anexionándose otras tierras: además, junto con otros socios, en 1934 fundó el Consorcio para la protección de Barolo y Barbaresco. Giovanni, Camilla y Renato, tres de los hijos de Giuseppe, marcaron el punto de inflexión, mediante la compra de crus (viñedos absolutamente adecuados) que ahora son verdaderas leyendas entre los entusiastas: Vigna Rionda, Margheria y Parafada. Hoy la empresa está dirigida por los herederos Franco y Roberto Massolino, asistidos por su tío Renato y Giovanni Angeli. Su trabajo reúne la experiencia de toda una generación y la ambición de quienes saben que tienen que honrar una bodega histórica y un terroir único, el de Serralunga d'Alba. En este pintoresco pueblo medieval, ubicado en una de las espléndidas colinas de Langhe, en el corazón de la producción de Barolo, emerge el trabajo de la bodega Massolino, ahora un punto de referencia nacional (y no solo) para la producción de vinos de muy alta calidad. El objetivo de la empresa es hacer vino con pasión, respetando el territorio de origen, conservando la tipicidad de la vid autóctona (Nebbiolo). De hecho, Massolino encarna el alma del mejor Barolos, una bodega capaz de combinar la mejor tradición de Langhe con esa capacidad de innovación que conduce a una expresión extremadamente pura del territorio, fiel a sí mismo. Hoy, gracias a la finalización del ambicioso proyecto de renovación, que en todo caso mantiene intacta la estructura histórica de la casa patronal, se ha hecho realidad otro sueño: disponer de los espacios de convivencia necesarios para acoger y hacer sentir a los amantes del vino de todo el mundo. “en casa” del mundo dispuestos a degustar vinos de raza, de gran elegancia y, sobre todo, de gran longevidad.