Castello di Monsanto

Desde hace cincuenta años, Castello di Monsanto se ha convertido en el hogar de los finos vinos Chianti de la familia Bianchi. Aldo Bianchi se convirtió en propietario del castillo en 1961 y desde el primer momento quedó fascinado por el pintoresco panorama del lugar, inmerso en las verdes colinas del Val d'Elsa. El primer Chianti Classico cru nació en 1962, fecha en la que se realiza la primera vinificación dentro de la Denominación. A lo largo de los años, el heredero Fabrizio toma decisiones cada vez más revolucionarias, eligiendo dedicarse por completo a Sangiovese: hoy, de las 72 hectáreas de viñedos que posee la familia, 56 son de esta preciada vid. El respeto por la naturaleza, por sus tiempos y espacios, siempre ha sido fundamental, como lo demuestra el rechazo a cualquier tratamiento químico . En 1982 Fabrizio inició la construcción de una galería, utilizando la técnica medieval de los arcos de madera para dar forma a un larguísimo y sugerente arco etrusco rebajado: bajo estas bóvedas reposan los vinos, madurando o envejeciendo, en una bodega con una historia de botellas entre el más importante de Italia.

A la luz de las técnicas que le enseñó su padre y de la experiencia que le transmitieron los trabajadores de Monsanto, Laura, la hija de Fabrizo, heredó el negocio en 1996 y transmitió a sus vinos lo aprendido: la identidad, la reconocibilidad y el agrado de sus vinos… emociones y pasiones encerradas en estas preciosas botellas.