Gumphof - Markus Prackwieser

A unos quinientos metros de altitud, en las empinadas laderas del Valle Isarco, se encuentra el Gumphof, un viñedo de cinco hectáreas gestionado por Markus Prackwieser. Markus es el joven heredero de una tradición centenaria; se dice que Gumphof ya aparece en algunos documentos del siglo XVI, que ha sido transmitido de generación en generación y que desde hace casi doscientos años está en las manos firmes y cuidadosas de la familia Prackwieser. Esta pequeña realidad es la concreción de la idea de querer estar vinculado al territorio, pero abierto al mundo; De hecho, Markus suele viajar mucho a otras regiones vitivinícolas y discutir con sus colegas, para comprender los secretos y poder brindar la mejor atención y técnicas a sus uvas y así potenciar lo que la naturaleza tiene para ofrecer en su territorio. Sus viñas tienen terroirs particulares, de origen fluvial y composición cascajo-arenosa, perfectos para el crecimiento y desarrollo de la vid, pero con características insólitas como las arduas pendientes donadas por las laderas de un valle. Sin embargo, estos últimos son fundamentales en cuanto al clima, de hecho, su posición es perfecta para tener la correcta alternancia entre corrientes de viento cálidas y frías. Las principales vides que se encuentran en el cultivo de Gumphof son todas típicas de la zona, como Pinot Noir, Gewurztraminer, Pinot Blanc, Schiava y Sauvignon. Cada elaboración y operación, desde el campo hasta la bodega, se sigue con un cuidado maníaco, para aprovechar al máximo el potencial que la naturaleza ofrece durante el año y no desperdiciar nada de tan preciado bien. Los vinos que se producen son en su mayoría blancos, pero los tintos también saben defenderse muy bien; la elaboración de esta bodega es la perfecta representación del espíritu del territorio: correosos, pero a la vez agradables y equilibrados como la propia naturaleza que los generó.