Zorzettig

Zorzettig es una empresa familiar que, con el tiempo, se ha ganado el favor del público y la crítica, tanto en Italia como en el extranjero, donde exporta alrededor del 50% de su producción. El núcleo principal de la empresa se encuentra en las colinas de Spessa di Cividale, en el corazón de los Colli Orientali del Friuli, un lugar ideal para la viticultura, gracias a un terruño y un microclima únicos. La última generación está encabezada por Annalisa Zorzettig, quien hace diez años asumió la dirección de la bodega familiar; las pautas que guían el pensamiento y la obra de Annalisa Zorzettig son la naturaleza, la autenticidad, la evolución, la calidad. Y de ahí viene el éxito de sus vinos. La bodega está situada en una de las colinas más altas de la zona de Spessa di Cividale, que siempre ha sido apta para la viticultura. Los viñedos, aunque ubicados en diferentes zonas, se benefician de un terruño y un microclima ideales, protegidos por los Alpes y besados por la brisa del mar Adriático. Hoy la finca tiene unas 115 hectáreas de propiedad divididas en 3 zonas diferenciadas: los viñedos de Spessa se extienden alrededor de la sede de la empresa, a tiro de piedra de Cividale; aquí la calidad de la tierra y la orientación sur-sureste de las colinas han hecho protagonistas a viñas autóctonas como la Friulano, la Ribolla Gialla, el Picolit y, entre las tintas, el Pignolo. Las colinas de Ipplis, en cambio, sobre las que también se alza el Relais, disfrutan de una excelente insolación, convirtiéndose en el hogar de vides blancas autóctonas longevas, como la malvasía, cuyas vides más viejas alcanzan los 80 años. Incluso el Sauvignon, aunque sea una vid no autóctona, se expresa en todo su potencial en esta zona. Por último, los viñedos ubicados en los Colli di Novacuzzo en Prepotto, la zona de los Colli Orientali bordeada por el río Judrio, disfrutan de un terruño ideal para viñedos como Schioppettino, el príncipe local de estas tierras, y Refosco dal Peduncolo Rosso, pero plantas milenarias de Tocai (Friulano) de los años treinta, orgullo de la familia Zorzettig, y dos variedades “internacionales” como Pinot Bianco y Sauvignon, para blancos de extraordinaria finura y complejidad aromática. Una amplia gama de vinos de alta calidad con un código estilístico siempre orientado a la elegancia, pero firmemente ligado al territorio de origen.